Las ayudas de la PAC son injustas e ineficaces. Un 70% de las ayudas a nivel europeo corresponden a pagos directos que se otorgan en función de la superficie, favoreciendo a las explotaciones más grandes y productivas donde el 20% de los beneficiarios acaparan alrededor del 80% de las ayudas. La agricultura familiar de base agroecológica queda al margen y es beneficiaria marginal cuando deberían priorizarse las explotaciones que proporcionan más bienes y servicios públicos, vinculados a la acción climática y a otros objetivos ambientales, como la conservación de la naturaleza.

La PAC representa el 40% del presupuesto europeo, condiciona la gestión del 70% del territorio comunitario, influye en el trabajo diario de agricultoras y ganaderos, y también determina en gran medida los alimentos que acaban en nuestros platos.

Una PAC razonable
Foto @FridayforMalaga

Se está perdiendo la oportunidad de que la próxima PAC esté al servicio de la transición masiva de la agricultura y ganadería europea hacia modelos de producción adaptados al futuro, apoyando el cambio de modelos de producción, transformación y comercialización más sanos, más justos y más resilientes, que realmente puedan incidir y generar oportunidades en el medio rural que frene el despoblamiento.

En la votación del pasado mes de octubre en el parlamento europeo se ha perdido una oportunidad histórica para que la política agraria sea justa para las personas productoras, y esté alineada con los objetivos del Pacto Verde Europeo en especial, con las Estrategias de la Granja a la Mesa y para la Biodiversidad 2030 presentadas por la Comisión Europea en mayo de este año. Estas iniciativas son claves en los esfuerzos para lograr una recuperación verde y justa tras la crisis social y económica provocada por la pandemia del coronavirus, y que pretenden afrontar la crisis climática, la pérdida de biodiversidad, y fomentar una alimentación saludable y sostenible.

La Coalición Por Otra PAC, que engloba desde productores agroecológicos a expertos en nutrición y consumo, alerta del riesgo de que se diluya toda la ambición social y ambiental de la nueva PAC, algo que va a minar los objetivos verdes europeos.